La Plataforma por un Río Vivo exige soluciones a la Administración para los problemas del Guadalquivir

Sevilla, 29 de julio de 2008.- La Plataforma por un Río Vivo-No al Dragado del Guadalquivir se reunió ayer en Sevilla para analizar los graves problemas del Bajo Guadalquivir y exigir soluciones a las Administraciones competentes. La Plataforma cree que hay indicios más que suficientes para afirmar que el río Guadalquivir ha sido alterado, teniendo como consecuencia una mayor turbidez, más velocidad de sus aguas y el aumento de la salinidad.

Los miembros de la Plataforma -entre los que se encontraban los Ayuntamientos de Isla mayor, Trebujena o Gelves y las entidades como la Federación de Arroceros, Ecologistas en Acción, SEO /BirdLife o WWF/Adena- han analizado los datos existentes sobre el Guadalquivir. Su conclusión es clara: "hay indicios de que se ha alterado el río, ya que de manera natural no se puede explicar que, sin más y de un año para otro, la turbidez de las aguas o la salinidad hayan aumentado a niveles jamás registrados antes".

Los participantes entienden que el Bajo Guadalquivir está en estado crítico. Por esta razón, rechazaron las medidas a corto plazo, que sólo suponen soluciones provisionales para este año, pero que no aseguran la recuperación del río a largo plazo. De hecho, para lograr esta recuperación exigen a las Administraciones dos actuaciones clave: de un lado, la retirada inmediata por parte del Puerto de Sevilla del proyecto de profundización (dragado) del canal de navegación del río; de otro, la creación de un plan de restauración y conservación del Guadalquivir -al igual que se hizo en el río Guadiamar tras la catástrofe de Aznalcóllar-, que asegure el buen estado natural del río y su desarrollo sostenible a largo plazo. 

La Plataforma por un Río Vivo entiende que el origen de los problemas puede estar en una sola actuación -como el dragado inadecuado en algún punto sensible -, o en varias actuaciones, habiendo generado cada una de ellas uno de los problemas -salinidad, turbidez, velocidad, etc. Las consecuencias ecológicas y económicas están siendo catastróficas para el medio natural y las poblaciones del Bajo Guadalquivir. Pescadores, piscifactorías o arroceros están sufriendo graves perjuicios en sus actividades económicas.

Según los asistentes a la reunión, la Administración ha actuado hasta ahora de forma lenta. No en vano, la turbidez de las aguas se registró por primera vez en noviembre de 2007 y hasta mayo 2008 no se puso en marcha ninguna medida. Todo ello, sin emplear los medios necesarios para solucionar un problema del que todavía hoy dicen desconocer las causas.

La situación del Guadalquivir ha demostrado el desconocimiento que las Administraciones tienen del río y su dinámica. Igualmente, ha puesto de manifiesto su incapacidad para dar respuesta al aumento de la turbidez o la salinidad. Una prueba de que la autorización para el dragado del río se ha dado sin conocer cómo funciona el Bajo Guadalquivir ni cuál es su respuesta a las alteraciones del medio.

Los miembros de la Plataforma por un Río Vivo van a exigir que los problemas del río sean estudiados por el Consejo de Participación del Espacio Natura l de Doñana el próximo 8 de septiembre. De igual modo, se pide que este órgano haga suyas las propuestas de la Plataforma para asegurar la conservación del Guadalquivir a largo plazo (es decir, la retirada del dragado del Guadalquivir y el plan de restauración del Bajo Guadalquivir).

WWF/Adena. Gran Vía de San Francisco , 8. Esc D. 28005 Madrid

Más información:
Coral Gª Barón. Prensa de WWF/Adena.
Tel. 609 34 68 38
Juanjo Carmona. Coordinador de la Oficina de Doñana de WWF/Adena. Tel. 617 28 18 09