LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA Y LOS JARDINES DE FORESTIER .

José Ignacio Artillo Pabón. Valencina de la Concepción.

Carta (publicada en el Mundo el 2 de febrero de 2007)


Los jardines de Forestier son un espacio delicado de parterres, arriates, fuentes y árboles diseñados en 1927 por el reconocido urbanista francés. Esta joya, que fue declarada Bien de Interés Cultural, se encuentra actualmente amenazada por el PGOU de Castilleja de Guzmán. La fiscalía ya advierte que ve indicios de delito medioambiental en las actuaciones de dicho PGOU en el entorno de los jardines; que pueden quedar sepultados entre hoteles, campo de golf y locales comerciales. La propietaria de los jardines es la Universidad de Sevilla; que ha tenido dos excelentes oportunidades para defender el patrimonio de todos. La primera fue presentando alegaciones al PGOU de Castilleja. No lo hizo. Debió verlo todo correcto. La segunda cediendo el espacio para la celebración de un festival 100% ciudadano por un Aljarafe Habitable. Se habían elegido los jardines como lugar emblemático necesitado de protección especial ante los nuevos planes urbanizadores. A última hora, los gestores universitarios se desdijeron de un acuerdo verbal, dejando a los organizadores atónitos con argumentos que no se sostienen. ¿Quieren estos dos hechos decir que la Universidad no está interesada en la protección de los jardines? La comunidad universitaria es amplia y diversa. Gran parte de ella está formada por profesionales que luchan por la defensa de los intereses públicos y la profundización y divulgación de los distintos saberes. Pero en su estructura de poder es una compleja maquinaria burocrática, desconectada de la realidad, en la que algunos miden cada paso en función a sus intereses y ambiciones personales, sostenidos por relaciones clientelistas, que les hacen fácilmente influenciables. Asomados a un balcón sobre Sevilla, aún podemos vivir la paz de los jardines que viene dada por el crecimiento, la floración y la renovación de las estaciones. Pero mientras las excavadoras cercan Forestier, la Universidad, su propietaria, duerme el sueño de los justos.