Brasilia vista por unos ciudadanos de Sevilla,
Reflexiones sobre la 34ª Reunión del Comité del Patrimonio Mundial de UNESCO

 

 

03/08/2010.

 

1.Dudamos mucho la afirmación de que la UNESCO haya dado visto bueno al proyecto de la Torre Cajasol, tal como, de forma precipitada y tendenciosa, se ha afirmado estos últimos días por parte del Ayuntamiento de Sevilla y de la Presidencia de Cajasol. La redacción exacta de la resolución del Comité del Patrimonio Mundial de Brasilia no la conocemos aún, tardará bastante en emitirse oficialmente tras la aprobación de sus actas. El hecho de que UNESCO no haya decidido en esta ocasión incluir a Sevilla en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro (acordó incluir 4 bienes declarados en Georgia, Uganda, Madagascar y Estados Unidos) y pida un nuevo informe para valorar su afección sobre el paisaje histórico de Sevilla, no significa, en absoluto, que su valoración sobre el proyecto sea positiva. Recordemos que se trata de un proyecto que cuenta con informes negativos de ICOMOS, el principal órgano técnico asesor de la UNESCO y al que, además, el propio informe encargado por el Ministerio de Cultura reconocía una afección negativa sobre el Conjunto Histórico de Sevilla y su paisaje, añadiendo que hoy en día no sería autorizable. Y esto será lo que valore UNESCO en su próxima 35ª reunión de Bahrein, del 19 al 29 de junio de 2011.
Nuestra conclusión, desde la información que manejamos en este momento, es que UNESCO ha aplazado su decisión para tomarla dentro de un año. Sabemos que los 21 miembros que forman el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO están designados por sus gobiernos y, por tanto, están sometidos a presiones políticas de otros gobiernos, en este caso del español. Es lo único que puede explicar que el Comité mire para otro lugar, no sólo en el caso del rascacielos que literalmente proyecta su sombra sobre el Conjunto Histórico de Sevilla y sobre el maltrecho territorio metropolitano, sino también en otros casos sangrantes como los del puerto de Ibiza o el túnel del Ave que casi roza los cimientos de la Sagrada Familia de Barcelona; seguro que también en otros muchos casos de patrimonio amenazado de todo el Mundo que, objetivamente, lo reconozca o no este Comité, están amenazados por un falso desarrollo especulativo. Pero no nos adelantemos, esperemos a conocer las actas oficiales.
En contraste, nuestra Delegada Mpal. de Cultura, utilizando la estrategia de "miente que algo queda", del más puro estilo de Goebbels, filtra unas "pretendidas" conclusiones que ella misma se ha inventado. Algunos medios de comunicación utilizan esta torcida información para declarar en titulares "La UNESCO aprueba la Torre Cajasol", aunque al final del escrito se plantee que se va a pedir un informe para determinar el impacto de la torre en el paisaje histórico de Sevilla y que se tendrá que justificar su altura injustificable. Cuando la UNESCO saque a la prensa su Decisión, sea la que sea, ya estará en la cabeza de todas las personas crédulas que "LA UNESCO HA APROBADO LA TORRE".

2.Nos sorprende enormemente que el Ayuntamiento de Sevilla, a la vez que avala el proyecto de la Torre Cajasol, con los apoyos del Ministerio y la Consejería de Cultura, se atreva a proponer a UNESCO una ampliación de la declaración actual de Patrimonio Mundial para incluir los espacios históricos ligados al Puerto de Indias, con La Torre del Oro y Las Atarazanas, entre otras piezas fundamentales. Todos sabemos bien que, en caso de construirse la Torre Cajasol, pasaría a dominar el paisaje del la lámina histórica del Río Guadalquivir. Es evidente que el Ayuntamiento, es consciente de esta grave afección, por tanto, no encontramos una explicación lógica a esta enorme contradicción. Por favor, seamos honestos, Sevilla tiene que decidir ahora: o admite la el rascacielos o propone la aplicación del ámbito declarado, ambas cosas son incompatibles.

3.Resulta doloroso escuchar, otra vez, los enclenques y manidos argumentos de la creación de empleo para justificar La Torre. Ahora son 4.000, no sabemos si nos hablan de jornadas de trabajo, empleos mensuales, anuales o durante todos los años que duraría la construcción. En todo caso, en mitad de la enorme crisis que padecemos, consecuencia de la explosión de la gran burbuja inmobiliaria española, cuando nos dicen que el nuevo modelo de desarrollo sostenible propuesto se debe basar en las energías renovables, la rehabilitación y las nuevas tecnologías de la información, decepciona que nuestros responsables políticos aún propongan salir de la crisis a base de ladrillos, o mejor dicho, en este caso, a base de acero y vidrio que, por cierto, no se fabrican ya en Sevilla. La mayoría de los materiales que utilizaría la Torre se fabrican muy lejos de aquí y la mano de obra especializada, tampoco se nutrirá de nuestras Listas del Paro, esto es evidente.
Todos sabemos que con 350 millones de euros hay muchas formas de generar más empleos y actividades económicas más sostenibles que edificar un rascacielos caduco y económicamente inviable. También sabemos todos, incluso los políticos que aún defienden la Torre, que este rascacielos encaja muy mal en el papel económico y social que se espera de una caja de ahorros en la nueva coyuntura que dibuja la Ley de Cajas y ante la perspectiva de la fusión de las dos grandes cajas andaluzas.

4.En estas últimas semanas, lamentablemente, hemos escuchado a alguna ministra, a consejeros y delegadas/os municipales esforzarse en justificar la Torre Cajasol como el hito que permitirá entrar a Sevilla en la “modernidad”, enfrentando el progreso frente a la tradición, y por ello consideran normal que despierte el recelo de los conservadores o conservacionistas más rancios, “igual que le paso a Aníbal González”, al que, por cierto, hasta ahora nadie había considerado un arquitecto de vanguardia.
También se justificaron por la "modernidad" el derribo de los palacios para construir el Corte Inglés y Galerías Preciados. Se intentó derribar, en aras de la "modernidad" el Puente de Triana, el Mercado del Barranco y el cegado del Puerto de Indias para dedicarlo a aparcamiento de vehículos, proyectos que afortunadamente no prosperaron. Se justificó, para hacer de Sevilla una ciudad "moderna" desde los proyecto inmobiliarios más especulativos, como la Torre de los Remedios, hasta el derribo de más del treinta por ciento de su patrimonio histórico inmobiliario, incluyendo Monumentos Nacionales declarados como la Casa Profesa de los Jesuitas en la calle Laraña y parte de las Atarazanas para construir una horrorosa Delegación de Hacienda. La "modernidad" lo justifica todo, y su perversa manipulación enlaza el franquismo más rancio con la "democracia" más cutre y casposa que une a políticos locales, cajas de ahorros y medios de comunicación, en el más puro estilo de la mafia siciliana.
El Empire State de Nueva York se hizo hace 80 años, justo cuando proyectaba Aníbal González sus edificios eclécticos de ladrillo, y con sus 445 metros de altura tenía ya entonces 2’5 veces la altura de nuestra “moderna” y “vanguardista” torreta Cajasol; en su día fue considerado un símbolo de progreso y del poder del modelo capitalista norteamericano. Hoy basta con viajar un poco para ver que las capitales del Tercer Mundo, donde reina el capitalismo más salvaje, las mayores desigualdades sociales y una absoluta falta de democracia, están llenas de rascacielos como el de Cajasol y otros muchos más altos y gordos que este; nadie medianamente digno e inteligente puede asociarlos ya a la modernidad y ni al progreso de sus sociedades.
Hoy la arquitectura más reconocida se mueve en otras claves. Incluso los grandes arquitectos oficiales del sistema proyectan edificios que se esfuerzan en expresar los nuevos valores de la sostenibilidad y escala humana con los que intenta justificarse al sistema. El edificio de Palmas Altas de Richard Roger, la nueva sede de la multinacional sevillana Abengoa, es un ejemplo cercano de arquitectura que podríamos calificar de vanguardia y reconocido con diversos premios internacionales, que contrasta claramente con el modelo caduco del rascacielos Cajasol. Pueden acercarse a conocerlo para reflexionar después sobre las muchas alternativas razonables que hay al proyecto de la Torre.

5.Lo hemos dicho muchas veces y lo volvemos a repetir, Sevilla no necesita un rascacielos, lo que necesita es políticos honestos, empresas responsables y más democracia.
Necesitamos políticos que actúen de frente, que no vayan casi de tapadillo a las reuniones internacionales para hacer pasillos y trampas, y hasta posibles favores. Necesitamos políticos que trabajen por la igualdad y la justicia y dejen de hacer política para favorecer a las clases dominantes y al ladrillo.
Hay muchas razones, no sólo patrimoniales, sino también urbanísticas, ambientales y de movilidad, económicas y financieras, de seguridad del edificio y del tráfico aéreo, de legalidad y éticas que justifican que no se haga la Torre Cajasol, lo hemos expuesto sobradamente frente a nuestras administraciones públicas, ante los medios de comunicación, en la calle a los ciudadanos y también ante los tribunales, por eso no lo vamos a repetir aquí.
Después de Brasilia estamos aún más seguros de que esta Torre Cajasol no se debe construir y de que, en efecto, no se va a construir. El tiempo, más pronto que tarde, nos dará la razón.

FIRMAN:
- Plataforma ciudadana Túmbala contra la Torre Cajasol:
Arquitectura y Compromiso Social, Ecologistas en Acción, la Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico-Artístico de Andalucía (ADEPA) y la Asociación de Profesores para la Difusión y Protección del Patrimonio Histórico "Ben Baso", Asociación Demetrio de los Ríos para la Defensa de Patrimonio, Foro Social de Sevilla, Universidad y Compromiso Social, Asociación Histórica Retiro Obrero, Asociación Andaluza de Antropología, Plataforma Ciudadana por los Parques y Jardines de Sevilla, Confederación de Asociaciones Independientes de Sevilla, Amigos de los jardines de la Oliva, Casa de la Paz, Asociación Casa Pumarejo, Plataforma por la Casa de Pumarejo, Comité Pro Parque Educativo Miraflores, Baetica Nostra, Asociación para la Defensa del Territorio del Aljarafe (ADTA)
- Manifiesto en contra de la construcción de la Torre Cajasol.