La Junta rescata planes antiguos para solucionar el tráfico en 2020

 

ANA SÁNCHEZ AMENEIRO

DIARIO DE SEVILLA.

 

El avance del Plan de Transporte Metropolitano del área de Sevilla presentado ayer por la Consejería de Obras Públicas con el que la Junta anunció que afrontaría el colapso del Aljarafe y la capital es, en realidad, un refrito de las promesas y proyectos que se han hecho sobre transporte al menos desde 1995, en la última década. Lo admitió ayer uno de los técnicos redactores del plan, Ignacio Santos, al decir que el documento incluye propuestas de planes anteriores de transporte, de los planes generales de ordenación urbanística y de planes parciales, que se han reformulado como nuevas y a las que se les ha dado un carácter más cohesionado.


Eso explica que este plan contenga proyectos tan trillados políticamente y promocionados como las cuatro líneas del Metro de Sevilla con sus conexiones a Alcalá de Guadaíra y Dos Hermanas, el tranvía del centro y del Aljarafe, la reutilización del ramal ferroviario a la Cartuja y su conexión con la línea 1 del Metro, aprovechar la línea ferroviaria a Huelva para llevar el Cercanías al Aljarafe, llevar el AVE al aeropuerto y una larga lista de plataformas reservadas para autobús por todo el área metropolitana.

 

Lo novedoso en este caso es que la administración andaluza se compromete ahora a que tan larga lista de incumplimientos se una realidad de aquí a 2020 , el horizonte que se marca este plan metropolitano de transporte, y cuantifica el presupuesto necesario en 2.065 millones de euros. De hecho, la intención de la consejera de Obras Públicas y Transportes, Concepción Gutiérrez, es sacar este documento a información pública en marzo para que los ciudadanos aporten sus sugerencias en el plazo de 60 días y que la Junta lo apruebe en verano con la idea que llegue a tiempo al debate presupuestario.

 

En el cierre de las primeras jornadas técnicas sobre transporte metropolitano celebradas en el hotel Meliá, donde se presentó el plan, la consejera y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, se mostraron ayer dispuestos a promover un cambio de modelo de desarrollo en favor del transporte público y añadieron que este cambio supone pensar también en clave urbanística.


Los técnicos de la consultora Epypsa que han redactado el documento aseguran que si no se ejecutan antes de 2020 todas las obras que propone el plan la situación del tráfico será del todo insostenible, lo que supondría que el transporte privado se comería literalmente a los autobuses. Según los expertos, si las administraciones no cumplen para entonces estas propuestas, el uso del transporte público en la gran Sevilla bajaría del 23 por ciento actual a un 14 por ciento, mientras el coche ganaría terreno al ser usado en el 86 por ciento de los viajes, frente al 77 por ciento de uso que tiene actualmente.


El objetivo del plan es elevar el uso del transporte público en el área metropolitana y reducir el de los coches para que estén más equilibrados: en una proporción de 35 y 65 por ciento, respectivamente. Hoy en día esa proporción es más desigual: de 23 y 77 por ciento.


En una palabra, si se ponen en marcha los proyectos que la Junta plantea ahora para los próximos 15 años el área metropolitana de Sevilla volverá en 2020 a los niveles de tráfico que existían en el periodo de la Exposición Universal de 1992, según puede verse en los estudios de transporte incluidos en el Plan Intermodal de Transporte Metropolitano (PIT) de Sevilla en 1995. Eso significa que la admistración andaluza se propone reaccionar con veintiocho años de retraso a los problemas de saturación que padece Sevilla y su área, una saturación que los técnicos de la Junta de Andalucía vaticinaron hace una década, pero a la que nadie ha puestos soluciones.

 

La capital sevillana presenta resultados más moderados si hablamos de tráfico porque
los coches no han invadido tanto terreno a los autobuses como sucede en el área metropolitana. Según el documento elaborado por la consultora Epypsa, el reparto actual de viajes entre transporte público y coches está a un nivel moderado: 33 y 66 por ciento, respectivamente. En realidad esta cifra es parecida a la que quieren conseguir las administraciones en el Aljarafe y el resto del área de Sevilla. Si se construyen los transportes que fija el plan, los técnicos aseguran que la capital lograría un equilibrio completo: la mitad de los viajes se harían en transporte público (50 por ciento) y la otra mitad en coche (50 por ciento).

 

La cuestión clave ahora es saber si el desarrollo urbanístico del área se hará teniendo en cuenta esta nueva filosofía de transporte. La consejera de Obras Públicas lanzó ayer un mensaje a los ayuntamientos: "Espero que este avance incorpore las sugerencias de los municipios y que los alcaldes tengan muy en cuenta este plan", dijo. El alcalde de Sevilla fue más optimista: "Hoy es un buen día para el futuro de la gran Sevilla; las administraciones hemos realizado una propuesta ambiciosa y seria".

 

 

 

 

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