Proteger los suelos agrarios y paisajísticos de nuestros pueblos, de la expansión desordenada de las fotovoltaicas y eólicas.
En el Aljarafe también está ocurriendo: la amenaza de las plantas fotovoltaicas a la estabilidad social, económica y ambiental en los municipios.
Se están dando procesos complejos e inciertos, generando intereses y sentimientos contrapuestos, en un contexto de crisis energética-climática, y en ausencia de una específica planificación vinculante estatal o autonómica.
Hay mucho que debatir las urgencias actúan; más aún tras el reciente apagón eléctrico vinculado con una alta generación de las renovables.
Y es que nuestros Ayuntamientos pueden actuar protegiendo los espacios más sensibles de los suelos municipales.
Por todo ello recomendamos leer la reciente nota del grupo de energía de Ecologistas en Acción – Sevilla, en la que explica cómo la normativa urbanística puede ser herramienta útil para afrontar esta problemática; ilustrándolo con experiencias en Gerena y Alcalá de Guadaíra.
Además, recomendamos el informe “¿Cuánta fotovoltaica cabe en el sistema eléctrico?” que se están autorizando muchos más proyectos solares de los que el sistema puede asumir, lo que demuestra que esta expansión no responde solo a criterios técnicos o de necesidad energética.