Informe «COMUNIDADES ENERGÉTICAS FAKE»
Trucos y trampas a la democratización del sector energético. Las comunidades energéticas falsas.
Las dos Directivas que, en 2028 y 2019, abrieron la puerta a las comunidades energéticas, nacían con una expresa vinculación con los territorios (la sociedad, la economía y el medioambiente locales)
y con personas reales. La finalidad no se orientaba a los beneficios financieros, sino al apropiamiento local y de proximidad.
La transposición a la normativa española está incompleta, confusa y difícil de seguir. La urgencia con que se está realizando la transición energética tiende a generar más confusión. Y los lobis energéticos presionan con determinación. En este marco, el reparto de fondos Next Generation, da pié a tergiversaciones y desvíos que frustran muchas de las espectativas generadas en la ciudadanía.
Publicado por «Amigas de la Tierra», en el marco «Coalición por la Energía Comunitaria» y financiación del gobierno de España, este documento de libre acceso explora como el dinero público destinado a la promoción de comunidades energéticas, usurpado por el oligopolio.
Se analizan factores estructurales sirven para que fondos que deberían ir a fomentar comunidades energéticas, impulsadas por grupos ciudadanos, van a parar a proyectos impulsados por empresas del oligopolio energético. Y se ofrecen herramientas para distinguir las comunidades energéticas falsas de las reales, señalando alianzas necesarias para seguir promoviendo la democratización de la energía.
No hay datos oficiales de comunidades energéticas renovables. Los autores han investigado, fuentes más o menos fidedignas, encontrando que en mayo de 2025 existían unas 353, de las que algo menos de la mitad cumplen los requisitos de participación, gobernanza democrática, y autonomía. En el resto, el papel de la ciudadanía es adscribirse al proyecto, aceptando las condiciones predefinidas por la empresa impulsora. Son proyectos «llave en mano» que tienen mucho de energético y poco de comunidad.
Se aportan datos básicos significativos de EDP, ENDESA, IBERDROLA, NATURGY, REPSOL
Y uno de los casos abordados es la entidad «CEL Toda Navarra» que se parece mucho a la entidad «CEL Toda Sevilla», que está desplegándose en estos momentos por toda la provincia.
En ADTA somos críticos con este modo de de acción empresarial que está ompactando en los territorios; y nos identificamos con una corriente de denuncia y activismo que lleva décadas, reivindicando la participación ciudadana en materia energética y la implantación de un modelo descentralizado, renovable y soberano, donde la gente participe activamente en los proyectos y las decisiones energéticas que les afectan.