Desde el Aljarafe: Nota de prensa con motivo de la asamblea anual de la federación de Sevilla de Ecologistas en Acción.
El sábado 22 de noviembre se ha celebrado la asamblea anual de la federación de Ecologistas en Acción de Sevilla.
En esta ocasión ADTA ha actuado como anfitrión facilitando un local en Castilleja de la Cuesta.

En la asamblea hemos tenido oportunidad de detallar algunos de los problemas ambientales de la comarca. Uno de ellos es la situación de la planificación urbanística. Motivo por el cual hemos elaborado este pronunciamiento:
Muchos planes urbanísticos de los municipios del Aljarafe han iniciado los trámites de actualización. La mayoría fueron aprobados hace demasiados años para que aún estén vigentes, ya que han ocurrido muchas cosas.
Estalló la burbuja inmobiliaria, quebraron muchas empresas promotoras y constructoras, aunque los precios de las viviendas no llegaron a bajar drásticamente; gran parte de los suelos previstos para ser ocupados por construcciones, quedaron «a la espera» y las viviendas no dejaron de ser tratadas, no como un bien de uso sino como un bien financiero.
Ahora la situación sigue siendo problemática: hay mucho suelo urbanizable sin utilizar, muchas viviendas sin habitar, la población humana no está aumentando mucho, pero los precios de las viviendas sí.
A todo esto hay que añadir más cambios: el teletrabajo, las dificultades de movilidad, la pérdida de suelos fértiles, el cambio climático, las transformaciones en la producción y uso de energía, los cambios en los comercios locales, los retos en salud pública, las irrupciones tecnológicas… Todo ello incide en unas formas de vida que, dependientes de las dinámicas impuestas por el área metropolitana de Sevilla y la globalización, que de van obligando a prescindir de otras más tradicionales y mejor integradas con el territorio.
Favorecer la existencia de comunidades locales de ámbito supramunicipal (energéticas, alimentarias…) y con ello el cuidado de nuestros escenarios de vida, la producción y consumo de proximidad; la accesibilidad eficiente a bienes y servicios públicos; la renaturalización fuera y dentro de lo urbano; la habitabilidad no mercantilizada de espacios libres… deberían ser objetivos a asumir como un compromiso de todos: administraciones y ciudadanía.
En este contexto, los Ayuntamientos siguen estando demasiado expuestos a las presiones de promotores y urbanizadores, que buscan principalmente obtener beneficios económicos y políticos vinculados a la elaboración de proyectos y realización de obras, en un mercado en el que las entidades financieras son muy ajenas a considerar la vivienda como un bien de uso. Y la ciudadanía no rentista cada vez tiene más difícil conseguir una vivienda adecuada, lo que va generando un creciente enfado y tensión social.
Las industrias alimentarias tienen colonizadas las cadenas de suministro imponiendo formas de consumo ambientalmente insostenibles. El trato hacia el transporte público sigue siendo de segundo interés. Los espacios de ocio y relaciones sociales siguen una tendencia privatizadora…
Todo esto debería ser tenido en cuenta en los nuevos planes de urbanismo y ordenación del territorio, afrontando estos retos con la perspectiva de promover prioritariamente la mejora de las condiciones de la vida cotidiana de la las personas y la vida (existentes y potenciales) en los territorios. Y para que esto ocurra es imprescindible que en el proceso de tramitación tengan cabida las voces y aspiraciones de las poblaciones más afectadas.
Desde ADTA Ecologistas en Acción Aljarafe reclamamos procesos de transparencia en el acceso a la información y de facilitación de vías de participación pública. Pedimos que los Ayuntamientos cumplan su función de atender los deseos y aspiraciones de la gente, elaborando planes y normas, respetuosas con el territorio y democráticamente elaboradas.
¡Por un urbanismo para las personas y la vida!


